- Rosarno
– Laureana di Borrello
– Galatro

Provenendo del norte sobre la autopista A3 Salerno-Reggio Calabria, al km 435 se encuentra la salida para Rosarno (alt. 131 mts. sobre el nivel del mar), pequeña ciudad ubicada en la parte septentrional tirrénica de la provincia de Reggio Calabria. Rosarno es el heredero de una de las más importantes ciudades Magno Greche: la antigua Medna.
El antiguo lugar de esta ciudad , que se ubica entre el Piano delle Vigne y Calderazzo, fue individualizado gracias a la obra de Paola Orsi que, con los esclavos llevados a cabo entre 1912 y 1913, se habían hallado los restos de la colonia locrese. Entre los hallazgos algunos de inestimable valor, se señalan algunas necrópolis helénicas, monedas de bronce, pavimentos de calles y restos antiguos de edificios. Los hallazgos encontrados en Rosarno están custodiados en el Museo Nacional de Reggio Calabria, en el de Vibo Valentia y en muchos otros museos del mundo.
El edificio más antiguo hallado es el encontrado en la localidad de Montagnose. La estructura es la de una casa con cuerpo rectangular, sin patio interno, con un amplio hueco central y algunas habitaciones de distintos tamaños, edificada probablemente, entre el s. V y la primera mitad del s.IV a. C. Naturalmente la ciudad de Medna estaba dotada también de particulares áreas sagradas. Dos de ellas fueron individualizadas en la localidad de Calderazzo y de Sant’Anna.
La historia de la “nuova” Rosarno, en cambio, tiene inicio en época medieval. Algunos documentos, en efecto, nos dan información a partir del s. XIII. Antiguamente fue un lugar fortificado dotado de una torre de avistamento (Torre di Mesima), y de un castillo de los quales se ven las ruinas. En la Piazza Duomo, esquina entre las más sugestivas, surge la Cattedrale dedicada a San Giovanni Battista. El edificio sagrado, ejemplo de neoclasicismo del novencientos, conserva una tela de la Sacra Famiglia con San Giovanni Battista de escuela napolitana del s. XIII. Digno es de notar son las balaustradas del setecientos que en mármol polícromo taraceado y una fuente para el agua bendita del s. XVII. La iglesia conserva además una estatua de la Madonna di Pathmos, en honor del culto griego de la Vergine Nera que es considerada milagrosa y parece que fue hallada la noche del 13 de agosto de 1400 por un pastor en la ribera del mar en una casa que fue derribada sobre la playa por un violento maremoto. De la Chiesa del Purgatorio deriva, en cambio un precioso Crocifisso en madera del s. XVII y una estatua del s. XIX del Cristo Risorto de autor desconocido. Es de señalar además la Chiesa del Rosario, reconstruida en el s. XVIII y restaurada entre los años treinta, que representa el típico gusto barroco con adornos del tardío barroco en las “bifore” que iluminan el interior de la Chiesa dell’Addolorata.
A sólo 14 km de la salida de la autopista de Rosarno se encuentra el pueblo de Laureana di Borrello (alt. 270 mt. s.n.m.), pequeño y gracioso centro que surge sobre las colinas a los pies de las Serre, en el alto valle del Mesina. Los orígenes de Laureana se remontan al s. X cuando un gran número de bizantinos se transfirieron a las costas calabresas. La parte más antigua de Laureana, se remonta al período tardío medieval, se desarrolla por calles estrechas tortuosas y callejones, a lo largo de los cuales es todavía posible admirar graciosas y apropiadas construcciones. Es de señalar además la Torre di Castello, la Chiesa di Santa Maria degli Angeli, la Chiesa e il convento S. Antonio, la Chiesa di San Francesco di Paola, la Chiesa della Madonna del Carmine; la Chiesa di San Pietro, la Chiesa di Maria SS Annunziata en la localidad Bellantone, la Cappella di San Rocco, la Chiesa di Santa Maria della Minerva, la Chiesa di S. Elia Profeta las tres en la localidad de Stelletanone.
De Laureana di Borrello tomando la SS 536y prosiguiendo por 15 km., se llega a Galatro, el pequeño centro renombrado por sus termas. Situado a 2 km. del centro histórico de Galatro, los manantiales S.Elia emanan agua sulforosa-saliodada, la cual tiene acciones benéficas fue descubierta entre el s. VIII y el s. IX. Los primeros que hicieron buen uso de las cualidades curativas fueron los basilianos del monasterio de S.Elia (que dan nombre al mananteal). Las termas tienen un convenio con el servicio sanitario nacional. La estación dura desde mayo a noviembre.